Seguidores

jueves, marzo 05, 2015

De monstruos y ángeles








No es necesario estar dotado de un especial don de la observación para darse cuenta de que el ser humano encierra dentro de sí al monstruo y al ángel. El modo en que cohabitan en tan reducido espacio es un misterio. Las causas de tan extraña coexistencia son múltiples y para desentrañarlas necesitamos estar bien dotados de ese don de la observación que mencionaba antes. Necesitamos, además, arrobas de curiosidad y paciencia. El viaje no es cómodo y exige un buen calzado, paquetes de pañuelos desechables y termómetros de miedo.



1 comentario:

Ardilla dijo...

Somos duales amigo. El viaje al interior de cada ser humano da miedo y también satisfacciones. Nos encontramos con nuestras sombras. Lo importante es ser conscientes, aceptarlas y transformar.
Saludos.