Seguidores

domingo, febrero 03, 2013

SINTONIZANDO CANALES




Hace un año, decidí cambiar de coche. Tras recorrer varios concesionarios,  me gustó un modelo del que me satisfacía casi todo.  Le exigí al vendedor,  antes de firmar el pedido, que me describiera el equipo de audio que llevaba incluido, debido a la importancia que tiene la música en mi vida. Se deshizo en elogios, sugirió comparaciones y  profundizó en  detalles técnicos que abarcaron la radio, el CD y los altavoces. Como buen vendedor, dedicó tiempo a la explicación de lo que iba a ser mi gancho de compra y que yo le había puesto en bandeja. Le manifesté que mi  natural aversión al  riesgo unida a mi melomanía, convertía en necesaria una manipulación del audio segura.  Sonrió ufano al indicar que, precisamente, este modelo llevaba los mandos del Radio CD incorporados al volante. Le interrogué sobre si no había alguna tecnología más avanzada aún que anulara el más mínimo riesgo de distracción; a lo que respondió tajante que no.

Pues bien, ¿A qué viene todo esto?  

Viene a que esta mañana que he cogido el coche para hacer varios recados por la ciudad, he constatado que el vendedor me engañó.  Sí, así es.  Me engañó al asegurarme que mi vehículo llevaba incorporada la última tecnología para manipular el equipo de audio. He podido observar que en varios vehículos - algunos incluso de más de diez años de antigüedad-, los conductores llevan incorporados los mandos dentro de sus narices. El conductor de un Opel Corsa blanco parecía pestañear para cambiar de menú mientras manipulaba el dial instalado en el orificio derecho de su nariz. En una furgoneta de reparto detenida en un semáforo, el afortunado  conductor disfrutaba de todas las emisoras que iba sintonizando con su delicado dedo meñique. También he visto como, al conductor de un Mercedes CLK, le interrumpía la sintonización su esposa con un manotazo, por lo que he deducido que no le apetecía escuchar música en esos momentos.

El martes me acercaré al concesionario para preguntarles cuanto me costaría incorporar esa tecnología en mi nariz, siempre que no obligue a un postoperatorio prolongado.

1 comentario:

Pepe Deapié dijo...

Ya me dirás si es muy caro ese tipo de tecnología. Un saludo.