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sábado, febrero 19, 2011

EL JOVEN LEONARDO DA VINCI




El joven Leonardo Da Vinci llegó a la opulenta Florencia en la
década de 1460. Como ya apuntaba maneras, su padre decidió
apuntarle a la academia (bottega) más afamada de la ciudad.
En la academia de Andrea del Verrochio, el inquieto adolescente
absorvió gran parte de los conocimientos que explotaría el resto
de su vida. Cuentan que al final de sus largos años de estancia
en la bottega, su maestro Andrea del Verrochio le permitió
intervenir en la confección de un encargo: El bautismo de Cristo.
Le encargó las colinas del fondo y uno de los dos ángeles que
aparecen a la izquierda de la pintura. Concretamente el que
está de perfil. Es la primera pintura que se conserva de Leonardo.
El resultado fue tan extraordinario que Andrea del Verrochio al
comprobar la superioridad del joven Leonardo, humillado,
abandonó desde entonces la pintura y centró el resto de su carrera
en la escultura. Al observar a los dos querubines, da la impresión de
que el pintado por Verrochio contempla con admiración y resignacón
al retratado por Leonardo.

2 comentarios:

Pitt Tristán dijo...

Si no fuera porque son querubines daría la impresión de que el de Leonardo le mete mano por la entrepierna al de Verrocchio.
Alabado sea.

el grito en el cielo dijo...

A mí también me da esa impresión pero me han despistado dos hechos.1/ Todavía tienen sobre sus coronillas los halos de santidad y 2/los ángeles no tienen sexo.