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sábado, noviembre 20, 2010

MI OLVIDADA JULIA



Creía que solo quedaba el humo
blanco y lejano
pero tu recuerdo me tira como
una cicatriz.
Entendí que me arrancaste
un trozo de hígado
para agrandar el tuyo.
Y así, en la rutinaria purificación
de la sangre,
encadenamos nuestros pulsos
mezclando las toxinas.
Creía que la habitación estaba vacía
pero algo mordisquea las vigas.
Su rumor perfuma los muros
sobre los que poso las palmas de mis manos

embadurnadas de carmín.
.
.

2 comentarios:

marikosan dijo...

Con el frío parece que los recuerdos salen a flote.
Hoy los blogs están cargados de ellos, o será la melancolía que nos infecta como una mala plaga.

el grito en el cielo dijo...

Quizá sea la enorme luna llena que nos visita hoy la responsable de tanta melancolía.