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sábado, octubre 30, 2010

MIGUEL HERNANDEZ 30/10/1910 - 28/03/1942



Creo que cuando un poeta muere joven la principal
damnificada es su musa. A partir de ese momento
se bloquea la transmisión de los poemas entre ella
y el escritor, quedando los versos en tierra
de nadie. Flotarán toda la eternidad sin que puedan
volver a asignarse, quedando la musa encargada
de su custodia hasta el fin de los tiempos, cuando
lloverán sobre nuestras cabezas y nos acompañarán
iluminándonos el camino.


3 comentarios:

Pitt Tristán dijo...

Mimazgz, tu ayudas a las musas a que se conozca el resultado de los autores a los que han inspirado. Tú mismo eres una musa que nos ayuda a conocer lo bueno...Bach, Miguel Hernández, Mimazgz.

marikosan dijo...

¿Qué mejor legado puede dejar una persona?. Los recuerdos con el tiempo se van tornando borrosos, esas musas tienen el poder de no olvidar jamás, y ser capaz de inspirar los más bellos poemas tiene que gratificar para esta vida y todas las siguientes.

el grito en el cielo dijo...

Gracias Pitt Tristán por concederme el privilegio inmerecido de encuadrarme en el universo de las musas en las que creo fervientemente.
Marikosan, el único problema de las musas es que deben saber elegir el momento adecuado para susurrarnos los versos. En tu caso, la que te designó el destino te tiene bien cogida la medida