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martes, septiembre 28, 2010

MANUAL DEL DICTADOR


1.--Consigue unir un numeroso grupo humano usando como
aglutinador un problema común ocasionado por un enemigo
exterior. Cuanto más complejo y duradero sea dicho problema

mejor.
2.-Preséntate como la persona que el destino ha enviado a la tierra
para acabar con la amenaza exterior y así liberar a tu pueblo.
3.-Deberás mostrar un fuerte carácter y decisión.
4.-Usarás un tono viril para dirigirte a las masas.
5.-Te rodearás de ayudantes que estén dispuestos a dar la vida
por tu proyecto y, por encima de este, por ti.
6.-Trabajarás de forma incansable, viajando continuamente; hasta
la extenuación.
7.-Tratarás a tus seguidores con caballerosidad y con una afabilidad
paternal.
8.-Mirarás fíjamente a los ojos de tus fieles, pero sobre todo a tus enemigos.
9.-El apretón de manos será fuerte y breve en el tiempo al igual que el abrazo.
10.-La seguridad que conseguirás transmitir a tus partidarios será

directamente proporcional al terror que sembrarás entre los que te discutan.
11.-Castigarás la traición con la muerte y airearás sus consecuencias a los
cuatro vientos.
12.-Sentarás a tu mesa al que se sacrifique por ti, independientemente de su
origen y lo airearás a los cuatro vientos.
13.-En la misma mesa sentarás y agasajarás al enemigo que se pase a tus
filas.

14.-Serás justo y consecuente con tu gente sin atizar su seguridad con
arbitrariedades ni caprichos.
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Pese a seguir mis consejos, de entre toda la masa sometida, siempre saldrá
un hombre libre de especial valor, que ponga en tela de juicio tu poder.
El auténtico enemigo de la masa adocenada es el individuo informado.
Como ejemplo y génesis de este artículo, está la fotografía que da la vuelta
al mundo en estos días. Se puede ver a un empleado de los astilleros
visitados por Hitler con los brazos cruzados, junto al resto de sus
compañeros con el brazo alzado. Su nombre es August Landmesser, de
los demás asistentes no sabemos sus nombres.


(Observad su mueca de escepticismo.)

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