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miércoles, junio 10, 2009

RECONOCIMIENTO MÉDICO DE UN HIPOCONDRÍACO

BASADO EN HECHOS REALES VIVIDOS POR EL CREADOR
DE ESTA WEB



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EL RECONOCIMIENTO DE SALUD DE EMPRESA
(COMEDIA EN UN SOLO ACTO)

ESCENARIO: UNA SALA A LA QUE SE ACCEDE POR
UNA PUERTA DESDE LA SALITA DE ESPERA. EN LA
HABITACIÓN PRINCIPAL DONDE TRANSCURRE
LA COMEDIA DESTACA UNA MESA DE COLOR
CLARO EN EL CENTRO, UN ARMARIO CON
INSTRUMENTOS MÉDICOS, UNA BALANZA,
UN SILLÓN Y UNA CAMILLA.

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ACTORES PRINCIPALES:
MIGUEL: Trabajador de 40 años. Viste pantalón de traje beige
y camisa blanca de manga larga. Bien parecido. Aparece
en escena un poco pálido. Parece no gustarle mucho lo que
va a pasar. De hecho es hipocondríaco. En el reconocimiento
médico del año pasado consiguió que se reflejara que tenía
“el síndrome de la bata blanca”.

BEGOÑA: Enfermera 31 años. Viste bata blanca (malo), sobre
ropa de calle. Bien parecida. Aparece en escena lozana y
encantada con su trabajo, por el momento.
ACTORES SECUNDARIOS:Ramón y Pascual, compañeros de trabajo de Miguel, que
permanecen toda la obra sentados en la sala de espera ,contigua
a la habitación principal, donde transcurre la comedia.
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PRIMER Y ÚNICO ACTO:(Se abre el telón)
BEGOÑA: (abriendo la puerta de la consulta) ¿Miguel?

MIGUEL: (incorporándose e iniciando el paso hacia la puerta)
Sí soy yo.

(Ya están sentados frente a frente con la única interposición de la
Mesa)

BEGOÑA: (leyendo la pantalla del ordenador). Bien , Miguel llevas
25 años en la empresa…

MIGUEL:( sonriendo, intentando romper el fuego). La verdad
es que se me ha hecho un poco largo, pero en el currículum
pone que empecé en 1995.

BEGOÑA: (sonriendo, también intenta romper el fuego. Ninguno
de nuestros protagonistas cae en que el fuego no se puede romper.
Como mucho se puede apagar). Ah! sí, perdona, quería decir que
empezaste a los 25 años.

MIGUEL: Eso es. En este punto podemos llegar a un acuerdo.

BEGOÑA: (señalando un medidor visual) Apoya la frente en este
aparato, y dime en que sentido están abiertos los circulitos.

MIGUEL: Vale, estoy preparado.

BEGOÑA: Fila 7

MIGUEL: Izquierda, arriba, arriba, derecha

BEGOÑA: Fila 9

MIGUEL: Uf, estas son más pequeñas. Derecha,
derecha, arriba, izquierda

BEGOÑA: ¿Serías capaz de decirme la fila 11?

MIGUEL: ( tomando aire). Tengo que conseguirlo.
A ver, la última mira a la derecha…Esa sí que la
tengo clara. La primera, madre mía, quizás no
lo consiga. A la derecha, no abajo. Las dos del medio
son sin duda las más difíciles. Seguro que son para
pillar. Pero no me lo digas.Por favor, no me lo digas.
Las dos abajo. ¿verdad?

BEGOÑA: (Retrasando ligeramente la silla y sobre
ella su cuerpo)Sí, tienes una vista excepcional, por no
hablar de tu capacidad de esfuerzo.

MIGUEL: (que ha notado un poco de sarcasmo) Ya vale.

BEGOÑA: Bien, ahora te voy a pesar. Quítate los zapatos
y súbete a la báscula.

MIGUEL: ¿ Me quito el resto de la ropa? Es que siempre
me ponéis un kilo de más.

BEGOÑA: No hace falta, te prometo que quitaré un Kilo
sobre lo que marque la máquina.

MIGUEL: (sobre la báscula, por fin). ¿Cuánto?

BEGOÑA: 78. Uno menos que el año pasado.

MIGUEL: Bien. Muy bien.

BEGOÑA:Ahora Contesta sí o no.

MIGUEL: Dispara

BEGOÑA: ¿ Fumas?

MIGUEL: No

BEGOÑA: ¿Bebes?

MIGUEL: No

BEGOÑA: ¿Practicas algún deporte?

MIGUEL: Sí, camino todos los días una hora y a buen paso.

BEGOÑA: Ahora te voy a tomar la tensión.

MIGUEL: Vale, pero va a pasar lo de siempre.

BEGOÑA: ( cansada). ¿qué?

MIGUEL: Nada, procede.

BEGOÑA: La tienes alta 9-14.

MIGUEL: Ves, te lo dije. Es una medición engañosa.
Como tengo el síndrome de la bata blanca, me sale
más alta de lo normal. Vuélvemela a tomar, ya verás.

BEGOÑA: Ahora te sale 8-12.

MIGUEL: Y si me tumbara me saldrían 7-11. En el
informe pon 8-12 y así “ni patí ni pamí”.

BEGOÑA: (cada vez más irritada). Toma este botecito
y este tubo de ensayo y me lo traes con un poco de orina.
El servicio está al fondo a la derecha.

MIGUEL: vale.

(Miguel sale de la sala y se dirige al servicio. Ahí examina
los medios que le han cedido para llenar el estrecho

tubo de ensayo.Consisten en un cubo más ancho
con tape, el tubo de ensayo y todo ello envuelto en
un plástico transparente. Planifica la acción, no del todo
sencilla. Se baja la cremallera, pero se da cuenta de que,

para esto, es más práctico desabrocharse el pantalón.
Procede. Se le cae el pantalón que le queda a la altura
de los tobillos. Inmediatamente repara en que la
puerta está abierta. Gira el torso, pero al engancharse

los pies con el pantalón tropieza y se le cae el tubo al suelo.
No se rompe. Lo recoge aliviado, y dando unos saltitos
llega a la altura de la puerta, y la cierra echando
el cerrojo. Ya sin pantalón y sin zapatos apunta su miembro

sobre el cubo gordo y dispara; pero el chorro le salpica
levemente las pantorrillas, momento en que agradece haber
dejado el pantalón colgado en el lavabo.
Al final con el tubito lleno y seco por fuera vuelve a la

consulta con él en la mano).
BEGOÑA: Bien, ahora deja el tubo de ensayo. No, con los cubos no.
Déjalo con sus hermanitos, los tubos de ensayo. Así ,pero de pie
como los demás. ¿ Y dónde dejas el envoltorio? . No, por favor,
sobre los folios, no. Es por higiene, no es por otra cosa. Tíralo .
Bien, ya podemos sentarnos.

MIGUEL: (muy nervioso)¿ Y ahora?

BEGOÑA: Ahora tengo que sacarte sangre. ¿Te mareas?

MIGUEL: (que nunca se ha mareado pero que aborrece
Que le urgen las venas). Sí

BEGOÑA: Entonces te haré la extracción sobre la camilla.

MIGUEL: No, sobre la camilla no. Lo de que me mareo es
un decir. No me hagas tumbarme.

BEGOÑA: (vengativa) Sí. Creo que no hay más remedio.

MIGUEL: (Horrorizado con la sola idea de que Ramón
o Pascual le puedan ver en situación tan bochornosa)

(Al final Miguel se tumba sobre la camilla que tiene el
Lado izquierdo pegado a la pared)


BEGOÑA: (tomándole el brazo derecho y apretándoselo
Con una goma). A ver esa venas.

MIGUEL: (Rígido y humillado) No me las vas a poder
encontrar. Pasa siempre. No Begoña, no mires a tu
alrededor. Estamos tú y yo solos. Nadie nos va a ayudar.
¿Tenéis agujas de extracción de niños?

BEGOÑA: No, antes teníamos pero desde hace cinco
años no nos llegan.

MIGUEL: Pues esa sería la solución.

BEGOÑA: (agotada) Voy a probar con el brazo izquierdo.

MIGUEL: Pero entonces. ¿Cómo me pongo?

BEGOÑA: Tendrás que poner los pies sobre el cabecero
de la camilla.

MIGUEL: (tumbado con los pies en alto) Joder que vergüenza
como me vea alguien en esta posición.

BEGOÑA: ( Dejando pasar a una compañera que
necesitaba un informe). Así, así. Ya tenemos la muestra.

MIGUEL: Uff.

Miguel, se levanta de la camilla coge de la mano a Begoña
y dirigiéndose al público lo saludan mientras reciben
una lluvia de aplausos.
(Se cierra el Telón)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece la situación humillante y merecedonra de una obra de teatro pero es más habitual de lo que parece.