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martes, septiembre 25, 2007

MONARQUIA VERSUS ANACRONISMO

Estamos asistiendo en estos últimos meses a

varios incidentes relacionados con el, cada día

mayor, desapego de los españoles a la "casa real".


No sé si alguien se ha dado cuenta de que ese desapego es
directamente proporcional a la "cascada" de nacimientos de los
últimos años.

Realmente cuesta soportar, a cualquier persona con una mínima
sensibilidad democrática, ver como una periodista ambiciosa
echa el lazo al hijo del rey y una vez sometido éste, tenemos
todos los españolitos que mantenerla a ella, a su altanería de
nueva rica y a su prometedora prole.

Pero esto no acaba aquí: hermanas, maridos de hermanas,
Urdangarines, Marichalares , hijos, sobrinos, primos,
seguridad, amas de cría, casas, interminables vacaciones...
¡ Ya está bien! ¡ señores, ¡ esto lo pagamos todos! No es posible
que en pleno siglo XXI en la era de internet, cuando estamos a
punto de descubrir que pasó en el primer instante posterior
al BIG BAN, sigamos sometidos al tremendo anacronismo
que significa una jefatura del estado basada en derechos de
sangre y no es una elección democrática.

El debate está abierto y creo que en él debemos entrar los
españoles amantes de nuestro pais, y amantes de la democracia,
para no dejarlo en manos de nacionalistas separatistas y
enemigos de España, como hasta ahora.

Como ejemplo os adjunto un artículo del senador del
PNV Iñaki Anasagasti que suscribo al cien por cien. La pena
es que tenga que abrirnos los ojos un nacionalista vasco.



TRAS TREINTA AÑOS DE OPACIDAD UN INTERVENTOR PARA LA CASA REAL

Escudo_casa_real_2 Aprovechando el verano y dos noticias de impacto, la muerte de Francisco Umbral y de Enma Penella, apareció en la prensa, como quien no quiere la cosa un suelto que decía que el rey había nombrado un interventor para que controlase por vez primera las cuentas de la Casa Real.

Podía haber hecho el Sr. Borbón un pequeño gesto con los damnificados de Tenerife y no todo ese esfuerzo para ir a saludar a un "demócrata saudita". Ese viaje lo debería haber empleado en algo para lo que le pagan, pero, si D. Oscar Moreno no hace este trabajo ya lo haremos los demás. Y seguramente nos terminarán haciendo caso, como ahora, que treinta años después, le ponen un interventor a ésta modélica institución que la manipulación informativa de este país sobre esta familia dice que es la institución más valorada. Sobre todo por ellos mismos.

Varios me llamaron porque durante esta legislatura habré hecho como cinco preguntas parlamentarias sobre esta anomalía democrática, amén de la polémica sobre el Bribón.

De todas formas, no es gran cosa, ya que un interventor hasta lo tiene el ayuntamiento más pequeño. Lo anómalo es que no lo tuviera quien de forma millonaria y con dinero público, recibe cada año muchísimos euros que nadie sabe como se gastan.

VigilantesciberneticosLa persona nombrada, Oscar Moreno Gil, es una especie de Don Tancredo cuyo papel será tan solo decir si lo que se gasta se ajusta a la legalidad pero no a decir si los gastos que analiza son oportunos o no. Que el rey se va de cacería, pues a pagarle todo. Que se va de Mallorca a Marbella, como hizo el mismo día en que salió la noticia del interventor Don Tancredo, pues a callar.

Y es que era pintoresco que en un país que se dice serio y tras treinta años de tan "exitosa", para algunos, transición fuera noticia que la Casa Real iba a tener un Interventor. Carmen Rigalt en la contraportada, con este titular "El Rey, en el Paraíso de los chulos" decía que Juan Carlos había llegado ese día al aeropuerto de Málaga a las 13:15. A pie de pista le esperaba un séquito saudí, porque el rey iba a comer con el príncipe Salman hermano del fallecido rey Fahd y luego se fueron a ver un rato las carreras de Fórmula uno.

Bueno pues ante éste dispendio de vuelos, helicópteros, limusinas, escoltas y demás, el nuevo Don Tancredo tiene muy poco que decir. El resto lo pagamos todos.

"Iñaqui Anasagasti"

viernes, septiembre 14, 2007

COMO UNA PLUMA

Como una pluma en medio de la tempestad
rodeada de salitre y oscuridad,
empujada por ráfagas de viento,
mecida por bolsas de aire;
tan pronto lanzada al vacío,
como elevada en volandas
esquivando olas surgidas como brazos poderosos
afanosos de poseerla.

Como una nube solitaria
a la que no consuela adoptar formas
que alimenten la imaginación de
posibles espectadores.

Como el ojo vacío de un tuerto.

Como el alma atrapada en una manzana.

Como el sexo que despierta en un quirófano.

Como la bala que espera dormida en la recámara
de un fusil.